El poder de no saber |
Hay libertad en admitir que no sabes algo, ya que eso permite que surja una nueva experiencia de aprendizaje. Hay sabiduría en no saber, y es una persona sabia la que puede decir: “No sé”. Porque nadie lo sabe todo. Hay muchos tipos de sabiduría, desde la inteligencia intelectual hasta la emocional y la física. Sin embargo, incluso los considerados expertos en sus campos no saben todo lo que hay que saber sobre matemáticas, yoga, literatura, psicología o arte. Es un verdadero maestro el que profesa la ignorancia, pues sólo se puede llenar un recipiente vacío. Hay muchas cosas en la vida que no sabemos, y hay muchas cosas que quizás no tengamos interés en averiguar. Hay libertad en decir “No sé”. Cuando admitimos que no sabemos algo, entonces podemos abrirnos a la oportunidad de aprender. Y hay poder en eso. No podemos saberlo todo. Y cuando pensamos que lo sabemos todo, nos limitamos a crecer y aprender más de lo que ya sabemos. Una persona que puede admitir que no sabe tiende a tener más confianza intelectual y emocional que alguien que finge saberlo todo. También tienden a sentirse más cómodos con quienes son y no sienten la necesidad de fanfarronear o encubrir cualquier ignorancia percibida. Las personas pueden terminar pareciendo más tontas cuando actúan como si supieran algo que no saben. Sería prudente respetar a las personas que admiten libremente cuando no saben algo. Están siendo honestos, con nosotros y consigo mismos. Y nosotros tampoco deberíamos avergonzarnos de decir: “No lo sé”. Al hacerlo, nos abrimos a lo desconocido. Entonces podemos descubrir qué hay más allá de nuestros niveles actuales de comprensión. Es la persona sabia en la vida la que responde preguntas con una pregunta e inspira la búsqueda de respuestas internas con una cara graciosa, un encogimiento de hombros y un cómico “No sé”. |
