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Cómo sanar de una ‘herida del padre’ y un trauma familiar

  • Ainhoa 

No sorprende que haya mucha literatura sobre la “herida madre”. El daño que una madre puede causar en un hijo cuando no está emocional o físicamente disponible es innegable. Y, sin embargo, no se habla lo suficiente de la “herida del padre”, considerando el impacto significativo que puede tener en una persona.

Es posible que no reconozcas el término “herida de padre”, pero probablemente conozca la frase más popular “problemas de papá”. Y aunque se asocia principalmente con las mujeres, los hombres tienen la misma probabilidad de verse afectados negativamente por sus padres. 

Si bien esta herida es un problema muy real y difícil de superar, la buena noticia es que es posible curar la herida de un padre. El primer paso es comprender el daño potencial que puede causar una herida del padre y por qué vale la pena abordarla.

¿Qué es una herida del padre?

“Herida del padre” es otro término para el ausentismo del padre. Cuando el padre de una persona está físicamente ausente, emocionalmente distante o tiene un carácter abusivo, negativo o demasiado crítico, puede tener consecuencias a largo plazo para el individuo. Los padres osn las primeras personas de quienes los niños aprenden a amar, por lo que cuando no los apoyan de ninguna manera, pueden enviar un mensaje negativo.

Daño causado por una herida del padre

Los efectos de un padre emocionalmente ausente pueden afectar la autoestima, las relaciones e incluso la motivación en la vida de una persona.

Baja autoestima

Una herida paterna puede infundir sentimientos de no cumplir con las expectativas, no ser lo suficientemente bueno y no merecer amor. Los niños no tienen la perspicacia para comprender que sus padres pueden tener problemas, por lo que tienden a internalizar el comportamiento de sus padres como su culpa. La baja autoestima puede resultar en un individuo:

  • Nunca esforzarse en la escuela o el trabajo.
  • Tener dificultad para abrirse y conectarse con los demás, lo que dificulta formar relaciones y amistades significativas y duraderas.
  • Ser más susceptible al abuso de sustancias

Ira, Depresión y Ansiedad

Una herida paterna puede hacer que una persona se sienta deprimida o ansiosa por su relación paternal. Se supone que un padre debe ofrecer amor incondicional, y si ves que otros lo tienen, es difícil entender por qué tú no. A menudo, esta ansiedad o depresión se convierte en ira. Las personas pueden sentirse despojadas de una infancia feliz y normal. También pueden sentirse profundamente heridos por las acciones o el ausentismo de su padre y volverse resentidos.

Límites rígidos

Si su padre a menudo llegaba tarde o se perdía eventos importantes en su vida, puede compensarlo estableciendo límites extremadamente rígidos en la edad adulta. Puede sentir que todo debe programarse y planificarse, y no puede perdonar fácilmente a las personas por llegar tarde, cancelar o querer reprogramar. Este es un intento de recuperar una sensación de control que no tuviste al crecer con un padre ausente.

Flata de Límites

Otra posibilidad es el otro extremo de tener falta límites . Si tu padre era demasiado crítico y nunca parecía feliz con lo que hacías, es posible que desarrolles la necesidad de complacer a la gente. Quiere desesperadamente aceptación y aprobación, por lo que no puede decir que no. Si ciertas personas en su vida notan este comportamiento, pueden aprovecharlo rápidamente.

Malas elecciones en parejas románticas

Tus padres son tu primer ejemplo de cómo es una relación. La mayoría de las personas inconscientemente buscan replicar la dinámica de la relación con sus padres en sus relaciones en la edad adulta. Sin que te des cuenta, una herida paterna puede hacer que busques parejas que repitan las conductas negativas de tu padre. Esto puede significar una pareja ausente, autoritaria o demasiado crítica. Buscamos esto porque trae una sensación de familiaridad y comodidad. Sin embargo, elegir una pareja similar a su padre solo repite su trauma de infancia.

Ciclo de abuso

Desafortunadamente, las víctimas de abuso a veces pueden continuar el ciclo cuando se convierten en padres. Si no tuvo un ejemplo sólido de buena crianza, es más difícil ser un buen padre. Es posible que te encuentres repitiendo sin darte cuenta los errores que cometió tu padre. Por supuesto, si alguien ha sufrido dolor, quiere proteger a su hijo de pasar por la misma experiencia. Esto hace que abordar la herida de tu padre sea fundamental no solo para ti, sino también para tu(s) pareja(s) y tus hijos.

Cómo saber si tienes una herida del padre

Es posible que tenga una herida paterna si puede identificar indicadores clave al reflexionar sobre su infancia. Estos pueden incluir que su padre:

  • Estaba frecuentemente ausente
  • Estaba emocionalmente ausente o era abusivo
  • Fue muy crítico contigo y constantemente desaprobó tus acciones, elecciones y comportamientos.
  • Retención de alimentos, amor u otros elementos esenciales como forma de castigo.
  • Fue físicamente abusivo

También puede recordar que a menudo sintió miedo de su padre o sintió que su relación nunca fue buena y sigue siendo inestable o inexistente en la actualidad.

Cómo sanar de una herida del padre

Como mencionamos, sanar la herida de un padre no solo es posible, sino que es muy recomendable. Abordar estos problemas puede ayudarlo a rectificar sus sentimientos sobre su infancia y aclarar algunos de sus comportamientos como adulto.

El primer paso es identificar y aceptar que tienes una herida de padre. Luego, buscar ayuda profesional e iniciar un camino para convertirse en una versión mejorada de usted mismo y acreditar lo lejos que ha llegado.

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Lo que dicen otros alumnos.

“Para mí, la experiencia más impactante y potente es la transformación de la relación con mi padre, el cómo se ha recolocado dentro de mí y me he quedado en paz. Ya no espero que cambie, ni le juzgo y si alguna vez quiere reaparecer, le recibiré con mayor comprensión y compasión. Sólo puedo darte infinitas gracias”. 

“Realicé este curso y “milagrosamente” mejoró la relación con mi padre, ahora veo que era algo que necesitaba sanar dentro de mi, para que algo cambiará en mi percepción sobre él. Gracias”

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