Es importante cuando nos llega el dolor honrar la experiencia, ya que suele ser un gran maestro.
Honrar las experiencias que tenemos en nuestras vidas es una forma invaluable de comunicarnos con la vida, nuestra mejor maestra. Hacemos esto cuando nos tomamos un tiempo en la noche para decir aquello por lo que estamos agradecidos acerca de nuestro día y también cuando escribimos en un diario. Ambos actos implican reconocer conscientemente los eventos de nuestras vidas para que profundicen nuestra relación con nuestras experiencias. Esto es importante porque nos acerca a una conexión más cercana con la vida y con el momento presente. Solo cuando reconocemos lo que nos está sucediendo, podemos beneficiarnos verdaderamente de las enseñanzas de la vida.
Es especialmente importante cuando nos llega el dolor honrar la experiencia, porque nuestra tendencia natural es ahuyentarlo y superarlo lo más rápido posible. Tendemos a querer barrerlo debajo de la alfombra. Sin embargo, si no lo hacemos, se revela como un gran amigo y maestro. Por contradictorio que parezca, podemos honrar el dolor agradeciéndole y dándole la bienvenida al espacio de nuestras vidas. Todos sabemos que, a menudo, cuanto más nos resistimos a algo, más persiste.
Cuando honramos nuestro dolor, hacemos todo lo contrario de resistirlo y, como resultado, creamos un mundo en el que podemos ser dueños de la plenitud de lo que la vida tiene para ofrecer.
Podemos honrar una experiencia dolorosa materializandola de alguna manera, poniéndonos en una relación más consciente con ella.
Podríamos materializarla creando una obra de arte, realizando un ritual o realizando algún otro acto significativo. A veces, todo lo que tenemos que hacer es encender una vela en honor a lo que hemos pasado y lo que hemos aprendido. No importa cuán pequeño sea el gesto, será lo suficientemente grande para marcar las formas en las que nuestro dolor nos ha transformado y recordarnos reconocer y valorar todo lo que se nos presente en esta vida.
Actos simbólicos
Sabemos que un acto simbólico es una acción realizada conscientemente para ayudar al cerebro a resolver un conflicto.
El Acto Simbólico Simple: hacer un altar con velas, flores y cualquier otro elemento que te sea placentero, como incienso, aromas, lamparas de sal.
Actos redactados: Certificado o carta de liberación
Receta para curar “el dolor” emitida por un médico. Se feliz
Certificado de entierro.
Certificado de iluminación.
Certificado de cambio de emoción, dolor….
Además, puedes hacer las tuyos propios. Ser creativo. ¡Y diviértete en el proceso!
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