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Las 7 leyes universales.

  • Ainhoa 

Los 7 principios herméticos: las leyes del universo según el Kybalión

El hermetismo es una tradición que se remonta a los siglos I y II d. C. Es uno de los más antiguos sistemas de creencias no cristianas que aún se practican hoy en día. Las principales enseñanzas asociadas con el hermetismo fueron preservadas. Se pueden encontrar en las colecciones bizantinas de escritos y cartas llamadas el Corpus hermeticum, en las que se explican los principios clave de esta visión del mundo.

Los documentos fueron traducidos al latín durante el siglo XV. Se cree que inspiraron y tuvieron influencia en muchos filósofos y artistas durante el renacimiento italiano.

Además, las doctrinas del hermetismo son compatibles con gran parte de la ciencia moderna. Asimismo, estas leyes del universo pueden integrarse sin problemas en una amplia gama de religiones diferentes (además de ser compatibles con las perspectivas ateas).

Hermes Trismegisto es visto como el padre del hermetismo. También se le considera el escritor del Corpus hermeticum (así como de la Tabla Esmeralda).

Sin embargo, no se cree que haya sido una persona real. Más bien, se sospecha que es una mezcla de unas cuantas figuras mitológicas distintas, entre ellas el dios helenístico Hermes y el dios egipcio Thoth. Dicho esto, vale la pena señalar que algunos estudiosos sostienen que sí era una persona. Algunos incluso argumentan que había dos figuras distintas conocidas como Hermes Trismegisto, y que ambas jugaron un papel en la creación de la filosofía hermética.

El Kybalion y los principios herméticos

Gran parte del hermetismo está condensada en el Kybalión, un libro que fue publicado por un misterioso individuo (o individuos) llamado “Los Tres Iniciados”. El nombre del libro se refiere a los tres planos de existencia: el físico, el mental y el espiritual. También está relacionado con el dominio de Hermes en dichos planos.

Según el Kybalión, siete principios herméticos deben guiar la comprensión del universo. Cada capítulo del libro está dedicado a explicar e ilustrar uno de los principios. Puedes pensar en estos principios como leyes o doctrinas universales.

En una primera lectura, puede parecer que el Kybalión está basado en la fantasía y tiene poca relevancia para los escenarios cotidianos o la gente contemporánea. Sin embargo, una vez que te tomas el tiempo de interpretar y considerar el significado central de cada principio, se hace evidente que todos tienen una amplia y poderosa aplicabilidad.

El principio del mentalismo

“El todo es mente; el universo es mental”.

En primer lugar, el principio del mentalismo destaca que en el nivel más fundamental, todo en el universo es mental. En cierto sentido, el universo es en sí mismo una mente viva; una que está conectada a todas las otras mentes. Como tal, cada acción y cada pensamiento es una interacción entre diferentes aspectos de lo mental.

Este importante principio hermético indica que todas las personas están conectadas entre sí y que el entorno es una parte inherente de todos. Una vez que entiendes la verdad del mentalismo, comienzas a comprender que eres capaz de dar forma a tu realidad si utilizas tus pensamientos.

Otra lección importante aquí es que si piensas las cosas correctas, harás lo correcto. Es un recordatorio para planificar de forma cuidadosa tu vida y vivirla de acuerdo con tu propósito real. Cuando haces esto, tus pensamientos estarán alineados con el universo.

El principio de la correspondencia

“Como arriba, así abajo, como abajo, así arriba. Como dentro, así fuera, como fuera, así dentro”.

En el corazón del principio de correspondencia está la idea de que hay vínculos constantes entre los planos mental, físico y espiritual. Esto quiere decir que si quieres entender los patrones que ves en tu vida, tienes que contemplar todos los aspectos.

Implícita en este principio está la aceptación de que no puedes acceder a todos los planos de existencia. No obstante, los practicantes de hermetismo tienden a creer que un sentido de intuición muy afilado puede ayudar a acceder a aspectos de los planos superiores e inferiores.

Prestar atención a los sentimientos viscerales (como un “tirón” aparentemente inexplicable hacia una persona o un evento) puede ayudar a dar más sentido a los vínculos entre las experiencias cotidianas y el plano espiritual más elevado.

El principio de la vibración

“Nada descansa, todo se mueve, todo vibra”.

Aquellos que tienen experiencia en el trabajo con la ley de atracción probablemente estén muy familiarizados con algo parecido a este principio. Para decirlo de manera simple, todas las cosas llevan su propia y única energía, en todos los planos de la existencia. De hecho, incluso la partícula más pequeña del universo tiene una frecuencia de vibración que impacta en las cosas a su alrededor.

Crucialmente, este principio indica que las cosas de alta energía son atraídas magnéticamente unas hacia otras, y están sintonizadas con ellas en un nivel básico. Mientras tanto, las partículas de baja energía gravitan hacia otras fuentes de baja energía. Así que, para tener una vida feliz y satisfactoria, uno se beneficiará de aspirar a convertirse en una fuente de alta energía.

El principio de la polaridad

“Todo es dual, todo tiene polos y todo tiene su par de opuestos; los parecidos y los contrastes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se encuentran; todas las verdades no son más que medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliadas”.

Este principio dice que todas las cosas en la vida tienen un opuesto y que el contraste resultante es parte de lo que da sentido a tus narraciones. Por ejemplo, sin saber cómo se siente la carencia, es difícil centrarse en la abundancia y apreciarla; la polaridad de las experiencias de la vida te ayuda a evitar dar las cosas por sentadas.

El principio del ritmo

“Todo fluye, afuera y adentro; todo tiene sus mareas; todas las cosas suben y bajan”.

Una de las cosas principales que se pueden aprender con este principio es que todo está en constante movimiento. Existe un patrón para los cambios que experimentas día a día. Todo pasa por ciclos que van desde el nacimiento hasta la muerte y luego el renacimiento.

Este principio hace hincapié en que nada es permanente, ya sea bueno o malo. Todo lo que tienes es el momento presente y debes sumergirte en él completamente para aprender y experimentar lo que puedas.

El principio de causa y efecto

“Cada causa tiene su efecto; cada efecto tiene su causa”.

Se le conoce también como el principio de causalidad. Describe que todas las acciones y experiencias de tu vida se relacionan con otros eventos; cada acción instiga una reacción.

El hermetismo a menudo anima a las personas a convertirse en agentes más activos en su vida. Esencialmente, te conviertes en la “causa” más a menudo que en el “efecto”. Decide lo que quieres hacer y ser. Planifica los pasos precisos que necesitas tomar para alcanzar esas metas.

El principio de género

“El género está en todo, todo tiene sus principios masculinos y femeninos”.

El último de los siete principios herméticos. El principio de género indica que lo masculino y lo femenino pueden encontrarse en todo; no sólo en las personas, sino en todos los aspectos de los planos mental, físico y espiritual.

Sin embargo, es importante señalar que no es necesario creer en los estereotipos de género o creer en la perspectiva de los roles de género para hacer uso de estos conceptos.

Próxima nota. Los 7 principios y como usarlos a tu favor.

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